En el año 2022 hubo un récord de capacidad de renovables y se espera un nuevo aumento para este año, al tiempo que las emisiones de carbono se han reducido en un 2,5%.

El rápido crecimiento del despliegue de energía solar, eólica y de baterías significa que, para 2030, el sistema eléctrico mundial puede ofrecer ambiciosas trayectorias netas cero, según un nuevo estudio de RMI, organización sin ánimo de lucro dedicada a la transición energética.

Este imparable crecimiento exponencial de la electricidad renovable está generando numerosos beneficios, como la seguridad del suministro energético, el crecimiento del empleo y la capacidad de combatir la inflación de los precios energéticos.

Países en la vanguardia

Algunos países y regiones clave, como China y Europa, lideran la adopción de tecnologías energéticas limpias, a un ritmo de crecimiento exponencial. Sin embargo, el despliegue de las energías renovables también está cada vez más distribuido por todo el mundo, incluidos Oriente Medio y África, que están alcanzando y aprovechando rápidamente la tendencia de crecimiento mundial.

A escala mundial, la eólica y la solar deben pasar del 12% al 41% en 2030, lo que supone un aumento de 29 puntos porcentuales.

Uruguay, Dinamarca, Lituania, Namibia, Países Bajos, Palestina, Jordania y Chile ya han aumentado la generación solar y eólica a gran velocidad, lo que demuestra que se puede lograr una transición rápida en muchos contextos diferentes.

Estos países se han visto impulsados a acelerar el desarrollo de energías renovables gracias a una combinación de factores clave, que incluyen: la adopción de políticas inteligentes y eficaces, el mantenimiento del compromiso político, la reducción de los costes asociados a las energías renovables y la mejora significativa de la seguridad energética.

La tendencia de crecimiento exponencial de la electricidad renovable brinda una oportunidad invaluable para que los países en desarrollo se adelanten a la curva y realicen una transición más rápida a un sistema eléctrico más limpio y asequible.

El costo de la electricidad renovable se ha desplomado en los últimos 10 años, superando una barrera clave para su implantación generalizada. Los costes de la energía solar y de las baterías han disminuido un 80% entre 2012 y 2022, mientras que los de la energía eólica marina han bajado un 73% y los de la eólica terrestre un 57%, según muestran los datos de BNEF.

El crecimiento exponencial de las energías limpias es una fuerza imparable que pondrá más poder adquisitivo en los bolsillos de los consumidores. Las ventajas de un rápido despliegue de las renovables son una mayor seguridad e independencia energéticas, además de una deflación de los precios de la energía a largo plazo, ya que se trata de una tecnología manufacturada: cuantas más se instalan, más baratas resultan”, ha declarado Kingsmill Bond, Director de RMI.

Unión Europea

La guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia han dado alas a las renovables y han supuesto un hachazo en Europa al papel del gas en la generación de electricidad. La energía eólica y la solar generaron una quinta parte (22%) de la electricidad de la Unión Europea en 2022, superando por primera vez al gas (20%), según un informe del think tank energético Ember.

La generación solar fue la que más aumentó, con un récord de 39 TWh (+24%) en 2022 -casi el doble de su récord anterior-, lo que contribuyó a ahorrar 10.000 millones de euros en costes de gas, según el informe. Veinte países de la UE lograron nuevos récords de generación en 2022.

Los países europeos no solo siguen comprometidos con la eliminación progresiva del carbón, sino que ahora se esfuerzan por eliminar también el gas.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha reconocido que las energías renovables son «el único camino creíble» para evitar una catástrofe climática: “sólo las energías renovables pueden salvaguardar nuestro futuro, cerrar la brecha de acceso a la energía, estabilizar los precios y garantizar la seguridad energética”

Desde Naciones Unidas han alertado que el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados es cada vez menos probable. «Con las políticas actuales, nos dirigimos a 2,8 grados de calentamiento global para finales de siglo. Las consecuencias serán devastadoras. Varias partes de nuestro planeta serán inhabitables. Y para muchos, esto es una sentencia de muerte», añaden.

Según datos de Naciones Unidas, las energías renovables representan a día de hoy el 30 por ciento de la electricidad mundial, un porcentaje que debe duplicarse hasta superar el 60 por ciento para el año 2030. Esto puede ayudar a crear millones de empleos verdes, especialmente para las mujeres y los jóvenes en el mundo en desarrollo.

El secretario general ha instado a los líderes políticos a acelerar la aprobación de proyectos sostenibles resaltando la importancia de las subvenciones a las energéticas y el respaldo a las inversiones tanto públicas como privadas para lograr una completa transición energética.

Críticas

Algunos sectores del ecologismo, partidos y organizaciones ciudadanas piden reducir el ritmo de la implantación de estas plantas en zonas de alto valor ambiental o agrícolas, en un momento en el que la guerra de Ucrania y el impulso europeo a las energías limpias han provocado un aluvión de solicitudes para su instalación.

En su opinión, valoran como positivo que haya energía renovable, una alternativa a los combustibles fósiles ni la nuclear, pero creen que tienen que estar localizadas en los territorios donde no generen un impacto importante.

En resumen, los críticos alertan del impacto de estas plantas en la biodiversidad y sus defensores las ven necesarias en la lucha climática. Sólo las energías renovables pueden salvaguardar nuestro futuro, cerrar la brecha de acceso a la energía, estabilizar los precios y garantizar la seguridad energética.

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