La ilustración, aparte de hacer referencia al movimiento cultural e intelectual europeo del S. XVIII, se define como aquellos elementos “dibujados” que se crean con el fin de apoyar o recrear, un texto o una narración. Estos dibujos acompañan, adornan y refuerzan la historia. Al final se configura una asociación entre palabra e imagen. Por lo que, a través de la creación de estos elementos gráficos, podemos transmitir, comunicar.
El nacimiento de la ilustración tiene lugar con el nacimiento de la imprenta, y las primeras elaboraciones las realizaron los mismos que elaboraban los manuscritos a mano, que, al quedarse sin trabajo, se reinventaron para darle un toque diferente a los textos.
Existen diferentes tipos de ilustración: ilustración literaria, ilustración científica, ilustración publicitaria, ilustración editorial, y la más actual, la ilustración digital.
La ilustración digital nace a finales de los 80, cuando compañías informáticas empezaron a crear sistemas de software que permitían diseñar desde terminales tecnológicos, que en ese momento únicamente eran los ordenadores.
La ilustración digital, al igual que resto de modalidades de ilustración, tiene como fin la realización de productos editoriales multimedia a través de herramientas tecnológicas. La ilustración digital permite mucho introducir el componente individual, es decir, obtener resultados muy personales y estilos únicos. Se puede contar una misma historia a través de ilustraciones con estilos completamente distintos.
Muchas veces, la ilustración digital coge muchos recursos de la ilustración tradicional, como texturas, materiales, colores… aunque los tipos de ilustración son diferentes en cuando a finalidad.
En digital, nos encontramos con el estilo narrativo, el decorativo, el de cine, y el infantil. Cada uno utiliza técnicas diferentes, ya que su fin y su público es diferente.
Por ejemplo, en ilustración narrativa, se crea un diseño gráfico que se narra en el texto, mientras que, en la decorativa, la creación gráfica se utiliza para embellecer la página (siempre en sintonía con el trasfondo del texto).
La ilustración digital es una variante del diseño que nos permite utilizar mucho el factor individual, ya que puedes utilizar la creatividad personal para dar un enfoque propio a la pieza final, elemento personal que en otras modalidades de procesos creativos, no es posible.
Además, es un campo en constante actualización, ya que cada año se crean nuevas técnicas y metodología de creación.
Patricia Casas, Communication department y tutora E-learning.

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