El escenario post Coronavirus no solo trae novedades sobre cómo afrontar nuestra rutina diaria, relacionarnos con otros y cómo nos comportamos como ciudadanos. Las empresas han cambiado su orientación en relación a las competencias que demandarán las organizaciones. El modelo de liderazgo tradicional queda obsoleto al enfrentarse a estos nuevos desafíos: la solución pasa por un liderato estratégico y empático. En esta nueva era muchas personas tendrán que reciclarse para asegurar su empleabilidad. Por lo pronto, a los desafíos que nos encontrábamos los trabajadores y empresarios se suma la incertidumbre y la volatilidad de estos momentos. En este sentido, ¿qué competencias serán las más demandadas por las empresas?
  1. Creatividad ante nuevos retos: aquellos capaces de generar nuevas ideas y estrategias, y que a su vez lo proyecten en retos de trabajo ambiciosos. Además de generar nuevas propuestas, también serán capaces de compartirla, lo que requiere de dotes comunicacionales, trabajo en equipo y tolerancia.
  2. Capacidad para ser prácticos: esto se traduce en la habilidad de transformar los objetivos en planes de acción reales. Para llevar a la práctica las metas de la empresa, el trabajador debe ser consciente de los recursos con los que cuenta el negocio: financieros, humanos y materiales. De esta forma, la persona encargada conocerá en profundidad los retos de la empresa y organizarse en torno a estos.
  3. Resultados visibles: para lograrlo, deberán de jerarquizar tareas teniendo en cuenta cuáles son las prioridades y garantizar de que se ejecuten de forma efectiva. En este sentido, marcar el ritmo de trabajo es esencial con unas expectativas adecuadas.
  4. Empatía: formando parte de un equipo de trabajo, valorarán muy positivamente que los responsables sean sociables y empáticos. Disponen de la habilidad de inspirar al resto de compañeros a través de su entusiasmo y seguridad.
  5. Apoyo y comprensión: escuchar al otro, mantener un dialogo y realizar críticas constructivas serán las claves para empoderar a los miembros de un equipo y ayudarles a crecer.
  6. Honestidad: es importante ser honestos en una entrevista de trabajo, pero más conveniente es serlo con uno mismo. Identifica tus puntos más débiles y fortalezas para utilizarlas a tu favor.
Ante el riesgo de quedarnos obsoletos, la empleabilidad es algo a lo que prestamos especial atención. El impacto del Covid en el mundo ha sido brutal; millones de personas han perdido su puesto de trabajo. Paralelamente, las organizaciones tratan de anticipar cuáles serán las capacidades que van a necesitar en un futuro y aumentar, así, su plantilla. Es momento de ser flexibles y afrontar la reconversión laboral con nuestras mejores competencias.

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