Que el consumidor ha cambiado su comportamiento a la hora de adquirir un producto o servicio es un hecho. Con el asentamiento de las Ecommerce cada vez el tipo de cliente está más diversificado, y la exigencia por la comodidad a la hora de comprar va cogiendo fuerza. Por eso, los comercios a pie de calle han tenido que renovarse en cierta medida para luchar contra el gigante digital.
Muchas marcas han optado por realizar inversiones astronómicas para tener los locales mejor situados y más bonitos de las grandes ciudades, como es el caso de INDITEX y su Zara de 4000 metros cuadrados en el Paseo de la Castellana de Madrid, la tienda de Apple en la Puerta del Sol, Primark en la Gran Vía madrileña…
No todas las marcas pueden permitirse locales de esta envergadura, por lo que el ingenio y la gestión comercial han supuesto la salvación de marcas de menor volumen de ventas.
Uno de los principales focos para fortalecer la compra en establecimientos físicos, ha sido el desarrollo en montaje de escaparates. Conseguir enamorar al cliente a primera vista y en una pequeña franja de segundos.
Los espacios situados en las fachadas de los establecimientos ejercen un papel importantísimo, ya que son la ‘carta de presentación’ ante nuestro potencial cliente. Saber explotar este espacio se denomina ‘escaparatismo‘ y requiere conocer herramientas de diferentes disciplinas como el marketing, el diseño de interior, arquitectura de atrezzo, etc.
Este espacio comercial ha resultado ser muy útil a la hora de presentar los productos a los que más se quiere dar salida, de hecho, grandes firmas cuentan con expertos para el montaje de sus escaparates, llegando a fusionar arte y productos.
Hay muchos elementos que hay que tener en cuenta en este tipo de acción comercial, algunos de ellos son la iluminación, los colores, el espacio… Pero sin duda lo más importante es transmitir, tener la capacidad de contar una historia a través de la forma de exponer nuestros productos. Al final, nos estamos dirigiendo a personas, y uno de los recursos que nunca ha fallado en el mundo de las ventas, es conseguir estimular sentimientos en el cliente.
El escaparatismo es un oficio que se renueva constantemente, va al unísono de tendencias. Además, cada día los profesionales que se dedican a esta profesión se revalorizan, ya que consiguen influir de manera muy directa en la decisión de compra.
Seguro que en alguna ocasión estas palabras han surgido en tu mente; ‘Que escaparate más chulo, voy a echar un vistazo’.
Patricia Casas, Communication department y tutora E-learning
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